Son castillos, no palacios

Los medios españoles insisten en llamar palacios a los castillos nórdicos porque traducen del inglés y no del idioma original. Ignorantes que no se enteran ni quieren enterarse.

© V. de los Espadas – JM Noticias

Este es «Slottet» (El Castillo) de Oslo, que en inglés llaman «Royal Palace» porque es residencia del rey. (Fotos: Wikimedia Commons)

Este es «Slottet» (El Castillo) de Oslo, que en inglés llaman «Royal Palace» porque es residencia del rey. (Fotos: Wikimedia Commons)

Las grandes construcciones medievales que existen en los países del centro y norte de Europa son fortalezas o castillos, que en los idiomas nórdicos se llaman «borge» o «slotte»

En este tipo de edificios residía el rey con su corte y sus vasallos, además de sus soldados mercenarios, o bien los nobles con sus familias. Aquí venían a refugiarse los plebeyos que vivían en los alrededores, cuando eran atacados por ejércitos enemigos.

Los materiales usados para la construcción de una de estas fortalezas, «borg» en singular, eran siempre grandes rocas de granito tallado y otras piedras. Los muros exteriores solían tener una anchura de varios metros, lo que les convertía en inexpugnables.

Sin embargo, los castillos que los nórdicos llaman «slott» en singular y «slotte» en plural, son construcciones posteriores, algo más ligeras y menos robustas que las fortalezas (borge), y sobre todo menos costosas.

Los castillos nórdicos solían construirse con ladrillos y maderas. En caso de incendio, algo habitual que ocurriera si no se tenía muchos cuidado con las chimeneas, el edificio acababa calcinado y convertido en una ruina. Los muros de las fortalezas (borge) aguantaban mejor las llamas.

Este es Christiansborg, traducido como Fortaleza de Christian. Está en Copenhague y es la sede del «Folketing» (Parlamento). También puede ser llamado castillo pero no palacio, aunque en su día fuera residencia real. (Foto: Wikimedia Commons)

Este es Christiansborg, traducido como Fortaleza de Christian. Está en Copenhague y es la sede del «Folketing» (Parlamento). También puede ser llamado castillo pero no palacio, aunque en su día fuera residencia real. (Foto: Wikimedia Commons)

La función de los castillos (slotte) era la misma que las fortalezas (borge); servir de residencia a los reyes y nobles. Casi siempre estaban rodeados por un foso con agua o bien construidos al borde de lagos o ríos, para así poder facilitar su defensa.

Los «cortijos» de los nórdicos.

Otra muestra de las típicas construcciones utilizadas por la realeza y nobleza nórdicas son las mansiones campestres. La llamada «herregaard», cuyo equivalente sería el «cortijo» que existe en el sur de España.

Estas mansiones eran y siguen siendo granjas con grandes extensiones de tierra o bosque, propiedad de nobles o terratenientes. Algunos las usaban como casa de campo o finca de recreo para ir a cazar.

Si traducimos directamente al español la palabra «herrgaard» sería como decir «granja del señor» o «finca del amo», pero para que los españoles lo entiendan mejor lo traducimos como «cortijo» o «masía».

Este tipo de traducción adaptada también se aplica al vocablo nórdico «slott» (castillo), pero cuando se traduce al inglés, en vez de traducir «slott» como «castle» (castillo, en inglés), que sería lo correcto, los británicos lo traducen como «palace» (palacio), porque entienden que ahí vive o vivió alguien de la realeza. La traducción se adapta pues al lenguaje corriente de los británicos, aunque castillo y palacio no sea lo mismo.

Estos son los cuatro (palæ) palacetes, que no palacios, que forman el complejo residencial de Amalienborg, en Copenhague, la capital de Dinamarca. (Foto: Wikimedia Commons)

Estos son los cuatro (palæ) palacetes, que no palacios, que forman el complejo residencial de Amalienborg, en Copenhague, la capital de Dinamarca. (Foto: Wikimedia Commons)

Y aquí llegamos al problema de traducción que se genera en España. Como las agencias de noticias y demás medios españoles desconocen los idiomas nórdicos, la solución es traducir del inglés.

Por tanto, el vocablo «palace» del inglés se convierte en el de «palacio» en español, lo que hace que en España llamen así a toda construcción donde resida alguien con título, aunque sea una choza.

En Escandinavia no hay palacios.

El vocablo palacio, que en sueco se dice «palats» y en danés «palads», es un tipo de edificio que tuvo sus orígenes en Francia.

Los palacios son como grandes mansiones, muchas veces de estilo rococó, pero rodeadas de grandes y cuidados jardines, como por ejemplo el de Versailles (dicho en francés) o Versalles dicho en español.

En los países del norte de Europa no existen ni nunca existieron palacios porque suelen ser construcciones enclenques, no aptas para soportar el clima nórdico, que tampoco pueden mantener el calor en su interior. La jardinería también era algo imposible durante todo el año, debido al frío y la falta de luz solar en invierno.

El Castillo Real (Kungliga slottet) de Estocolmo, llamado «Stockholms slott» (Castillo de Estocolmo), es un castillo y no un palacio, aunque en inglés sea «royal palace» (Foto: Wikimedia)

El Castillo Real (Kungliga slottet) de Estocolmo, llamado «Stockholms slott» (Castillo de Estocolmo), es un castillo y no un palacio, aunque en inglés se «royal palace» (Foto: Wikimedia)

Sin embargo,  pero dentro de las ciudades, se construyeron los llamados palacetes, los que los daneses llaman «palæ», que eran las residencias urbanas de los nobles y comerciantes adinerados.

Estos palacetes, como su nombre indica, son una especie de mini palacios. Son casas de ciudad de diversos estilos, en su mayoría afrancesados, que no disponen de jardín aunque sí de cuadras y espacio para la servidumbre. En España se conocen como casonas o propiedades de indianos.

Así pues, en Suecia, lo mismo que en el resto de los países escandinavos, hay fortalezas (borge) y castillos (slotte), pero no hay ni palacios (palats) ni palacetes (palæ).

La excepción son los cuatro palacetes (palæ) que forman el complejo residencial real de Amalienborg en Copenhague, en Dinamarca. Cada uno de estos cuatro palæ tiene su nombre, ya que Amalienborg no es un edificio sino el nombre de la zona de la ciudad donde están construidos, alrededor de una plaza octagonal.

Por tanto, Amalienborg no es un palacio, como afirman las revistas y medios ignorantes, sino el conjunto de la plaza y los cuatro palacetes que lo forman.

El castillo de «Gripsholm», que traducido sería Castillo del Islote de Buitre, está situado a orillas del lago Mälaren, en Suecia. Es un ejemplo de la típica construcción escandinava de ladrillo del siglo XIV. (Foto: Wikimedia Commons)

El castillo de «Gripsholm», que traducido sería Castillo del Islote de Buitre, está situado a orillas del lago Mälaren, en Suecia. Es un ejemplo de la típica construcción escandinava de ladrillo del siglo XIV. (Foto: Wikimedia Commons)

En Estocolmo (Suecia) tampoco hay un «royal palace» dicho en inglés o un «palacio real» dicho en español, sino «El Castillo Real» (Kungliga slottet), que también llaman «Stockholms slott» (Castillo de Estocolmo).

En Oslo (Noruega) más de lo mismo. Se llama «Slottet» (El Castillo), que los británicos llaman «royal palace» porque reside el rey,  mientras los españoles siguen empeñados en decir «palacio real» aunque sea un castillo.

En inglés se dice «palace» (palacio) a la residencia real, sea ésta un castillo, una casa de campo o una fortaleza. De la misma manera que se dice «labour» (laborista) al partido socialdemócrata británico.

Ambas expresiones son sólo válidas en inglés y en el Reino Unido,  por tanto no debe aplicarse a otros idiomas ni mucho menos a otros países.

Traducir del inglés al español no es lo mismo que traducir del sueco, danés o noruego. Una traducción a través de otra lengua siempre será una traducción defectuosa, pero la arrogancia de los «periolistos» españoles les impide reconocer su ignorancia, aunque se lo expliques miles de veces.

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Comentarios de los lectores (4)

  1. M.A.

    Creo que ambos tenéis razón. Por un lado, el artículo hace mención a un tema del que da datos muy interesantes, pero por otro, Jesús apela al derecho de denominar esos monumentos según nuestra RAE, y, efectivamente, la acepción de «castillo» en la RAE no deja lugar a dudas: «lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones». Creo que nos confunde la tradición francesa de rodear algunos de sus palacios de fosos y murallas, convirtiéndolos así en «châteaux».

  2. Jesús

    Los escandinavos podrán designarlos en su idioma de la manera que consideren oportuna, pero, en castellano, esas residencias no son castillos (véase la definición de la RAE) y por tanto la traducción como palacio es adecuada. 

    • RM

      ¿Por qué siempre tiene que aparecer algún español ignorante a dictar cómo se debe interpretar lo que a todas luces desconocen? Yo veo este artículo muy bien argumentado y con unos detalles que indican que el autor sabe sobre lo que escribe.
      Entonces Jesús, ¿quién crees que eres tú para decir cómo se debe traducir o interpretar la definición de un vocablo escandinavo cuando ni siquiera serías capaz de citar las nombres de las capitales nórdicas? En fin, ni caso a estos engreídos y prepotentes funcionarios. Así va el país.

  3. Inma

    Gracias por esta sabia aclaración, está claro que nos queda mucho que aprender.

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