Trabajos raros que no conocías
Si buscas un trabajo fuera de lo normal, en los hoteles de lujo de todo el mundo hay puestos disponibles que ni siquiera te puedes imaginar.
© V. de los Espadas – JM Noticias
No hace falta ser un profesional de la hostelería, ni tener experiencia hotelera, para poder trabajar en un hotel de lujo que no sea de camarero o limpiadora. Hay trabajos que sólo requieren algunas habilidades personales, que hasta pueden resultar muy cómodos y agradables.
Por ejemplo, el hotel Andaz en Londres tiene un servicio de «cuentacuentos» para sus clientes de todas las edades. Este trabajo de «storyteller» de hotel consiste en ir a la habitación del cliente que lo solicita, sentarse al lado de su cama y leer un libro en voz alta. Cuando el cliente se ha dormido, el empleado apaga la luz y se va sin hacer ruido. Naturalmente este trabajo requiere saber leer y tener una voz adecuada.
También en Londres puedes encontrar un puesto de trabajo un tanto peculiar en el hotel The Holiday Inn. Se trata de trabajar como «calienta camas humano». Los clientes que no quieren echarse a dormir en una cama fría, pueden pedir el servicio de uno de los dos «calienta camas» del hotel. Enfundados en un mono de algodón blanco esterilizado, su trabajo consiste en meterse en la cama del cliente durante unos cinco minutos, para así poder calentarla con el calor de su cuerpo.
Y puestos a seguir buscando trabajos hoteleros raros, en el Barnsley Gardens Resort de Georgia, en los EE.UU, puedes encontrar trabajo de «hada madrina». Naturalmente este trabajo es para una mujer, que deberá escuchar y tratar de complacer los deseos de los clientes. Vestida como un personaje de cuento de Disney, el hada madrina hotelera lleva hasta una varita mágica. Si consigues el trabajo de hada madrina pudees estar tranquila porque el hotel no garantiza que se cumplan todos los deseos que te pidan.
Ingeniero de los cocos.
Siguiendo en los EE.UU, esta vez en San Francisco, puedes pedir el trabajo de limpiador de monedas del hotel Westin St. Francis . El llamado «Official Coin Washer» del hotel es el encargado de mantener el dinero de los clientes, en este caso las monedas, limpias y relucientes. Este trabajo es uno de los más buscados porque es una tradición centenaria que viene de los tiempos que las mujeres usaban guantes blancos.
Seguramente a muchos hombres les interesará más trabajar como «Tanning Butler», algo así como el «mayordomo del bronceado». Su función es recorrer la piscina y la playa del Ritz-Carlton South Beach de Miami, ofreciendo a los clientes todo tipo de cremas bronceadoras y solares, que además tendrá que aplicar en la espalda y hombros del cliente o clienta que se lo pida.
En otro de los establecimientos de la cadena Ritz-Carlton en St. Thomas, las Islas Vírgenes, contratan a los que llaman «Coconut Safety Engineer» (Ingenieros de Seguridad de cocos). Estos trabajadores son especialistas porque tienen que saber de cocos. Su trabajo es recorrer a diario el amplio recinto hotelero y asegurarse que los cocos caídos de las palmeras, y los que están a punto de caer, no puedan causar ninguna molestia a los clientes.
Siguiendo en esta parte del mundo se llega a Santa Bárbara, en California, donde puedes encontrar trabajo de halconero en el hotel Four Seasons, aunque para ello se necesita tener conocimientos de cetrería. El trabajo consiste en pasear por los jardines del hotel con un halcón en el brazo, que sirve para mantener alejadas a las gaviotas de las instalaciones.
Trabajar de espanta monos.
Los animales salvajes pueden ser un problema, como ocurre con los monos en el Amanbagh Resort de la India. Aquí siempre encontrarán trabajo los «espanta monos». Estos empleados deben recorrer todas las instalaciones hotelaras armados con un tirachinas y además tener buena puntería. Una certera y dolorosa pedrada en el trasero del simio que intenta entrar , hace que no se acerque a robar la comida de los clientes.
En otra parte de la India, en el hotel Rambagh Palace, uno de los hoteles más lujosos del país, contratan «palomeros». Su trabajo consiste en espantar las palomas que pululan por los jardines del hotel. Los dos empleados se pasan 9 horas diarias agitando trapos de colores para ahuyentarlas.
Uno de los trabajos hoteleros más denigrantes es el que tiene que hacer los «Jamboys» (Chicos de la mermelada) en los campos de golf de los hoteles de Sudáfrica. Son niños que se ponen mermelada en la cabeza con el fin de atraer a las moscas y otros insectos, para que no molesten a los golfistas.
Los jamboys fueron prohibidos por Mandela. Ya no existen. Ahora, jamboy es sinónimo de pobre de solemnidad, pero esta práctica es un delito en Sudáfrica.
¡¡Buenísimo!! :)))