El lío de los embajadores

Hace cinco meses que Suecia no tiene embajador en España. En la delegación española en Estocolmo sucede casi lo mismo.

© V. de los Espadas – JM Noticias

Cinco meses sin embajador es mucho tiempo, pero nadie da explicaciones. (Foto: ilustración)

El puesto de embajador de Suecia en España lleva vacante desde el 1 de septiembre del año pasado. Esto no tendría nada de particular si no fuera porque lo mismo sucede con la representación diplomática española en Estocolmo.

El titular español cesó en las mismas fechas que el sueco y, desde entonces, tampoco España tiene un sustituto «oficial» porque, según medios suecos, en la embajada española hay «un embajador temporal que se hace cargo hasta la primavera»

Silencio y muchas evasiva

Para Staffan Eklöf, encargado del departamento de la UE en el ministerio de exteriores de Suecia, la falta de embajador en Madrid «no es algo muy habitual». En unas declaraciones al periódico sueco Sydkusten, el funcionario tira balones fuera y dice: «la dirección del Ministerio de AA.EE es responsable del proceso de selección y yo desconozco los detalles, pero no hay nada que se pueda hacer público»

También la agencia oficial de noticias sueca TT preguntó a Boel Evandar, jefa de negociado del mismo ministerio, sobre la razón por la que el puesto de embajador en Madrid todavía no estaba ocupado. «No hay nada más que decir que todo está en proceso» dijo la señora Evandar.  ¿Pero es normal que lleve tanto tiempo? – insistió el periodista de la TT –  «No hay nada que sea normal en situaciones como ésta» dijo Evandar, y añadió que no es raro que los nombramientos de embajador tengan retrasos.

Todos los intentos de la Prensa sueca por conocer el motivo de la falta de embajador han resultado en vano. Teniendo en cuenta la tradicional transparencia sueca, donde los asuntos de Estado, que en España se consideran secretos, en Suecia son públicos, podría darse el caso de un enfriamiento en las relaciones entre los Gobiernos de ambos países, que de momento no ha trascendido.

A los suecos les preocupa la falta de embajador en Madrid porque más de un millón de ciudadanos de este país viajan cada año de vacaciones a España. También hay que tener en cuenta que España acoge una importante colonia de suecos que residen en localidades cercanas a las costas españolas.

Rumores de crisis

El silencio y las evasivas, durante los más de cinco meses que lleva este asunto, han dado paso a rumores y especulaciones de todo tipo. Hay quien apunta que el Gobierno sueco no ha dado el «plácet» (beneplácito) a un nuevo embajador español por motivos políticos. No es nada nuevo que los conservadores suecos no se tragan a los socialistas y, mucho menos, después que Suecia ha tenido que aportar dinero para rescatar economías de países en manos de gobiernos de izquierdas, aparte de solucionar problemas propios. Pero también podría darse el caso de que Suecia esté retrasando el nombramiento de su embajador en Madrid, hasta que el Gobierno español nombre el suyo en Estocolmo, pero que sea uno que Suecia pueda aceptar.

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