Una princesa con permiso para ligar
Ari Behn, el marido de la princesa Marta Luisa de Noruega, reconoce que su matrimonio se basa en una relación abierta con otras partes.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Hacía tiempo que en Noruega circulaban rumores de una posible crisis en el matrimonio de la princesa Marta Luisa y su marido Ari Behn.
Sin embargo, los cotilleos sobre la vida de esta peculiar pareja no aportaban nada que pudiera escandalizar a los sectores más tradicionales de este país nórdico.
La princesa Marta Luisa es de sobra conocida en su país por tener una academia donde enseña a «hablar con los ángeles». Su marido Ari Behn es de sobra conocido por sus contactos y relaciones con el mundo de la farándula y los bajos fondos de Oslo.
Lo cierto es que desde que la pareja decidió alquilar su casa y trasladarse a vivir a Londres, donde residen desde el otoño del 2012 con sus tres hijas, no se les ha visto ni una sola vez juntos de forma oficial.
Según dijo Ari Behn en una entrevista, ambos están muy bien juntos y también se divierten mucho estando juntos. Pero el polémico escritor de origen danés no niega que su vida matrimonial es diferente de la mayoría.
«Nuestra relación es abierta y de respeto mutuo. Tenemos permiso para ligar con otros y, desde este punto de vista, somos muy libres» dijo Ari Behn en unas declaraciones al diario noruego VG, que reproducen otros medios nórdicos.
La primogénita del rey Harald V de Noruega se casó con el controvertido Ari Behn en el 2002. Su padre el rey le retiró el título de Alteza Real, pero mantiene el derecho a la sucesión al Trono. Marta Luisa ocupa el cuarto lugar por detrás de su hermano el príncipe Haakon y sus dos hijos.
Marta Luisa y Ari Behn tienen tres hijas; Maud Angélica, Leah Isadora y Emma Tallulah. El motivo para irse a vivir a Londres fue, según explicaron ellos mismos «para que las niñas aprendieran bien inglés»
Dicen que viven en Londres para que las ni#as aprendan hablar bien ingles! Eso es como querer hablar bien espa#ol y te vas a vivir al barrio La Bombilla! Buen articulo!
No han hecho más que imitar a Sartre y Simone de Beauvoir, jajaja. Nos escandalizamos de poco. Otros lo hacen y presumen de lo contrario…