Los diez años de Ingrid Alexandra de Noruega
La primogénita de los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit sabe que un día sucederá a su padre y que está siendo educada para ser la reina del país más rico del mundo.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Aunque su nombre oficial y título es Su Alteza Real La Princesa Ingrid Alexandra, en su casa y en el colegio la llaman simplemente Ingrid, un nombre que tiene un fuerte arraigo vikingo.
Llegó al mundo un 21 de enero del 2004, hace ahora 10 años. Su madre, la princesa Mette-Marit, acudió esa fría mañana al Rikshospital (Hospital del Reino) de Oslo con el tiempo justo para dar a luz.
Cinco horas después, la esposa del príncipe Haakon salía del centro hospitalario público con su hija recién nacida en brazos y se iba en coche a su casa de Skaugum.
Destinada a ser la futura reina de Noruega.
Ingrid Alexandra es la primera mujer que nace en Noruega con derecho a heredar el Trono. La Constitución se cambió en 1990 y desde entonces el derecho a la sucesión pasa al primer nacido, sea o no varón.
Suponiendo que la monarquía noruega continúe como hasta ahora, Ingrid Alexandra, segunda en la línea de sucesión a la Corona tras su padre, el príncipe heredero Haakon Magnus, será la primera reina reinante en este país nórdico desde que la danesa Margrete I reinara en Noruega entre los años 1388 y 1412, durante la Unión de Kalmar, hace ahora más de 600 años.
Un ausente Felipe de Borbón fue uno de los padrinos.
La princesa Ingrid Alexandra fue bautizada, como es habitual por estos lares nórdicos, casi tres meses después de nacer. Fue el 17 de abril del 2004 en la capilla del castillo real de Oslo y en una ceremonia oficiada por el obispo Gunnar Stålsett, el mismo que casó a sus padres.
Ese día la niña llevaba puesto el mismo faldón de cristianar que usó su bisabuelo, el que después fuera el rey Olav, cuando le bautizaron en la capilla del castillo de Sandringham el 11 de agosto de 1903.
Fue el propio rey Harald V de Noruega, su abuelo paterno y primer padrino, el que acercó a la niña a la pila bautismal.
Los otros padrinos fueron; el príncipe heredero Federico de Dinamarca, la princesa heredera Victoria de Suecia y el príncipe heredero Felipe de Borbón, que no estuvo presente.
Las madrinas fueron su tía la princesa Martha Luisa de Noruega y su abuela materna Marit Tjessem.
Los noruegos se tomaron mal el desplante del príncipe Felipe por no asistir al bautizo de su ahijada y primogénita de su buen amigo Haakon, pero entendieron que la culpa era de su esposa Letizia, que no quiso ir a Oslo para no encontrarse con Eva Sannum, la ex novia de su marido, que estaba entre los invitados a la ceremonia.
Asiste a la escuela pública del pueblo.
La princesa Ingrid Alexandra comenzó a ir a la guardería como cualquier otra niña noruega, unos días antes de cumplir los dos años de edad, en enero del 2006.
Con seis años recién cumplidos, la princesa Ingrid Alexandra comenzó a ir al colegio en agosto del 2010. Sin ningún tipo de preferencias y mucho menos hacer diferencias con otros niños, le correspondió ir a la escuela municipal de Jansløkka, en el municipio de Asker, un pueblo a unos 20 kilómetros al suroeste de Oslo, donde residen sus padres en la granja de Skaugum.
La escuela está muy cerca de su casa, a unos 400 metros, y va allí andando cada día como los demás niños del pueblo. Su hermano pequeño, el príncipe Sverre Magnus, también asiste a esta escuela.
En esta misma escuela estuvo su hermanastro, Marius Borg Høiby, que ahora ya tiene 17 años, el hijo de una relación anterior de la princesa Mette-Marit.
A Ingrid Alexandra le encanta la música, herencia de sus padres, y ya toca el piano sola.
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