Los zuecos «fachas» de las suecas
Dos jóvenes estudiantes suecas fueron acosadas, perseguidas e insultadas en localidades catalanas por llevar unos «crocs» de color rojo y amarillo como la bandera española.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Las protagonistas de esta historia son Lena y Frida, dos estudiantes suecas que un jueves a mediados de julio llegaron al aeropuerto de Gerona – Costa Brava en un vuelo de Ryanair procedente de Gotemburgo.
Estas dos jóvenes, ambas de 23 años, venían a pasar unos pocos días de vacaciones y tenían previsto recorrer algunas de las localidades costeras cercanas a Barcelona.
Para Lena, ésta era la primera vez que estaba en España. Frida, sin embargo, dice que ya había estado dos veces antes con sus padres, pero en Mallorca y en la Costa del Sol.
Cuentan estas dos jóvenes que llevaban en sus mochilas lo justo para estar cuatro días disfrutando del buen tiempo y nunca imaginaron que los «crocs», esos zapatos de plástico de color rojo y amarillo que compraron a principios de verano en un supermercado en Suecia, iban a convertir su viaje en toda una pesadilla.
«Caminábamos por una calle en una zona en las afueras de Barcelona cuando dos mujeres nos gritaron algo que no entendíamos. Fuimos hacia ellas para decirles que no entendíamos y fue entonces cuando unos jóvenes vinieron por detrás y nos vaciaron una bolsa de basura con restos de comida en la cabeza. Echamos a correr y los jóvenes corrieron detrás de nosotras gritando ¡fachas!, ¡fachas!, ¡españolistas de mierda!» nos cuenta entre lágrimas Lena a través de Skype.
Un mensaje a través de Facebook.
Esta historia llegó a nuestro conocimiento gracias a un mensaje que las dos jóvenes enviaron a JM Noticias a través de la página en Facebook.
Tanto Lena como Frida, cuyos nombres y datos son supuestos con el fin de proteger su identidad, escribían en sueco:
«Hej! kan ni hjälpa oss? Kan ni säga vad betyder det spanska ordet faka?» (¡Hola! ¿nos puede ayudar? ¿Nos puede usted decir lo que significa la palabra española faka?)
Dado que «faka» no existe en el diccionario de la RAE tal y como lo escribían, les pedimos que se pusieran en contacto vía Skype, ya que muchas veces se entiende mejor lo que quiere decir por su pronunciación que en su forma escrita.
Teniendo en cuenta que la «k» se pronuncia en sueco casi como la «ch» en español, existía la posibilidad que quisieran decir «facha» y no «faka». Y así era. Tras oír a Lena pronunciar esta palabra, le expliqué el significado y al mismo tiempo le pregunté el motivo de su interés por saberlo.
Tras momentos de dudas y tras la promesa que no revelaría nada que pudiera identificarlas, Lena y Frida aceptaron, no sin ciertos temores, a contar lo que pasó para así poder publicarlo aquí, que no sólo fue el episodio anterior en Barcelona.
Nos echaron de una terraza.
«Por la calle nos miraban como si fuéramos algo raro. Nuestra fisonomía no es la de una típica chica rubia nórdica y tanto Frida como yo, parecemos más italianas o francesas que suecas. Esto se debe a las raíces del sur de Europa de nuestros antepasados. Aún así, no sabíamos lo que pasaba» cuenta Lena entre sollozos y con voz entrecortada por tener que recordar lo sucedido.
«Nos llamaron otra vez fachas y nos echaron de la terraza de un bar en El Masnou. No recuerdo lo que nos decían, pero seguramente eran insultos y nada bueno. No sabíamos el porqué y teníamos mucho miedo.» cuenta Lena.
«Recuerdo que en la plaza donde estaba la terraza había dos policías de uniforme, pero miraron hacia otro lado cuando nos gritaban. Aun así, creo que su presencia allí evitó que nos agredieran, aunque no que nos insultaran.»
«Cuando llegamos a un hostal en Mataró no nos querían dar habitación. Fue allí donde el encargado, tras comprobar que éramos turistas suecas de verdad y no, según sus palabras, «unas putas fachas españolas», nos dijo en inglés señalando nuestros zapatos; ¿How you dare to walk arround in Catalonia bearing the Spanish flag on the 18th of July? (Cómo te atreves a pasear por Cataluña llevando la bandera española un 18 de Julio?)»
Ambas jóvenes dicen a JM Noticias que desconocían la problemática política de la zona y que tras seguir la recomendación del encargado del hostal de Mataró, optaron por comprar unas zapatillas grises para evitar acosos, insultos y hasta agresiones que les habían generado los «crocs» rojos y amarillos. Al día siguiente volvieron a Barcelona y desde allí se fueron en autobús al aeropuerto para volver cuanto antes a Suecia.
Ni Lena ni Frida tienen la intención de volver a poner sus pies en Barcelona o en sus alrededores y mucho menos calzando zuecos rojos y amarillos. Mes y medio después, las dos dicen que se les llenan los ojos de lágrimas cuando les cuentan a sus amigos y familiares el miedo que pasaron.
Para fachas los radicales nacionalistas. Hacen un referendun ilegal y se saltan la ley a la torera.