La «möhippa» de Sofía Hellqvist
Una fiesta con sus amigas y hermanas para despedir la soltería, incluyendo un baño en un «jacuzzi» al aire libre de una mansión del siglo XVIII.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Ni el intenso frío, ni las nubes que amenazaban con lluvia, pudieron impedir que se celebrara la fiesta de despedida de soltera de Sofía Hellqvist, la prometida del príncipe Carlos Felipe de Suecia.
El evento tuvo lugar el sábado 25 de abril en una mansión del siglo XVIII en las afueras de Estocolmo. La propia princesa Victoria fue la organizadora y madraza de esta «möhippa», que así se llama en Suecia a este tipo de fiestas.
Sofía Hellqvist perderá su apellido de soltera y se convertirá en princesa de Suecia el 13 de junio, justo en el mismo momento que diga el tradicional «sí quiero» al príncipe Carlos Felipe, el único hijo varón del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia, en la capilla del Castillo Real de Estocolmo.
Las participantes del divertido «aquelarre», llamado así por ser una reunión de mayoría femenina, llegaron hacia las dos de la tarde del sábado a esta antigua mansión a orillas del lago Mälaren, convertida hoy día como un exclusivo y lujoso centro de conferencias y fiestas.
Además de la princesa Victoria, también acudieron al evento Lina y Sara, las hermanas de Sofía, junto con William Vämild, conocido maquillador sueco de origen colombiano.
Una hora después de llegar y tras haberse instalado en sus respectivas habitaciones, todas salieron a tomar unas copas en la terraza y hasta Victoria ayudó a destapar lo que parecía un «jacuzzi» con agua caliente.
No pasó mucho tiempo sin que Sofía y sus amigas se metieran en esta pequeña piscina, excepto Victoria que optó por ir a dar un paseo alrededor del lago. A su vuelta todas brindaron con lo que parecía champán, aunque a Sofía le dieron una bebida especial servida en una copa verde.
Una cena con comida libanesa.
Tras dos horas de relajarse entre risas, cotilleos y aplausos, una de las hermanas de Sofía se aventuró, junto con el maquillador, a saltar a las frías aguas del lago. Por lo visto el agua del lago estaba muy fría, ya que ambos salieron casi tan de prisa como entraron.
El sonido de una campanilla indicaba que la comida estaba lista en el salón del edificio. Una empresa de «catering» sirvió comida libanesa y la música se escuchó hasta después de la medianoche. Desde el exterior se pudieron oír los discursos en honor de Sofía, seguidos de los aplausos de los comensales.
Magdalena no pudo asistir.
La embarazada princesa Magdalena no pudo asistir a la «möhippa» de Sofía Hellqvist por encontrase de viaje en Londres junto con su marido Christopher O’Neill y su hija Leonore de 14 meses. Su ausencia a la fiesta está más que justificada. La pareja, que espera su segundo vástago para mediados de junio, tenía que estar este domingo en Roma.
Según la agenda oficial de la Casa del Rey, tanto la reina Silvia, la princesa Magdalena y como Christopher O’Neill, ferviente católico que renunció al título de príncipe de Suecia para no tener que renunciar a su fe, iban a ser recibidos por el papa Francisco a las 10 de la mañana del lunes 27 de abril en audiencia privada.
Algunas de las celosas y pánfilas «periolistas» españolas se inventarán ahora las mil y una historias por la ausencia de Magdalena y su relación con Sofía, de la misma manera que se inventaron el pasado «stripper» de la joven.
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