Polémica por las vacaciones de Haakon y Mette-Marit
Los herederos noruegos disfrutaron de unas vacaciones privadas con sus hijos a bordo de un yate de lujo que cuesta 224.000 € semanales y que no se puede saber quien los pagó.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega asistieron a la boda religiosa de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo que tuvo lugar en Italia a principios del mes de agosto.
Tras los festejos del enlace, el heredero noruego y su esposa, junto con sus hijos; la princesa Ingrid Alexandra de 11 años, el príncipe Sverre Magnus de 9 y Marius Borg, el hijo de Mette-Marit que ya tiene 18, aprovecharon su estancia en Italia para disfrutar de unas vacaciones privadas en un yate de lujo alquilado que muy pocos se pueden permitir.
Un yate que cuesta 250.000 dólares semanales.
Y todo parecía de lo más normal hasta que los periodistas de la revista noruega «Se og Hør» preguntaron a Marianne Hagen, jefa de comunicación de la Casa Real, quién financió la estancia de los príncipes y su familia en el yate «M/Y Mia Elise», cuyo alquiler cuesta la friolera de 250.000 dólares semanales, equivalente a unos 224.000 €, además de otros gastos.
La lacónica respuesta de la responsable de información del «Slottet» (Castillo Real) no fue del agrado de los periodistas: «No comentamos actividades privadas. La pareja de príncipes no ha alquilado ningún barco en el verano» respondió la señora Hagen.
Los periodistas noruegos no se conformaron con la respuesta oficial y entonces decidieron preguntarle quién había invitado a la familia del heredero a pasar unos días a bordo de este yate de lujo. «No comentamos actividades privadas» repitió la señora Hagen, según publica «Se og Hør». Una respuesta que tampoco sacó de dudas a los informadores.
El reportaje desató la polémica.
Fue entonces cuando la revista publicó el reportaje sobre estas vacaciones a bordo del lujoso yate, lo que creo una fuerte polémica el asunto en todos los medios noruegos, especialmente en las redes sociales.
A los príncipes les han llovido las críticas, hayan pagado o no el alquiler del yate, y se les acusa de despilfarro y doble moral. «Por un lado se convierten en defensores de los débiles pero por el lado privado se revuelcan en lujos» dice el investigador de medios Carl Erik Grimstad, que reacciona ante este falta de transparencia y dice que la Casa Real debería estar sometida a la Ley de Estamentos Públicos.
Ondea el pabellón de las Islas Caimán.
El «M/Y Mia Elise» es un yate de lujo construido en el 2011 por Trinity Yachts según un diseño de Patrick Knowles. Tiene 50 metros de eslora, 8,5 de manga y un calado de 2,6 metros. A bordo hay camarotes de lujo para 12 invitados, atendidos por una tripulación de 9 personas, incluido el capitán.
El barco ondea el pabellón de las Islas Caimán, un paraíso fiscal que oculta bajo sociedades opacas la identidad de sus propietarios.
Sus dos motores, del tipo Caterpillar 3512B, desarrollan una potencia de 2.250 HP cada uno, lo que hace que pueda navegar a una velocidad de crucero de 17 nudos.
Según las agencias de alquiler de este tipo de barcos, el «M/Y Mia Elise», que también se conoce por el nombre de «M/Y Arabella», cuesta 250.000 dólares semanales, lo que se llama «time charter», además de otros gastos como el combustible, los derechos de atraque en puertos, etc.
Rumores de otros invitados reales.
En Noruega sigue la polémica y comentarios en los medios sobre quién pudo pagar el cuarto de millón de dólares para que los príncipes disfrutaran de vacaciones privadas en el Tirreno, mientras rumores en las redes sociales apuntan que a bordo del yate también estaba «otra pareja real con sus hijas».
Los periodistas noruegos han podido saber que el yate estuvo en Milano y Portofino. Sus movimientos se pueden seguir a través de Marine Traffic, pero tanto la Casa Real, la agencia de alquiler y la propia tripulación, mantienen un discreto silencio.
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