Un pasajero evitó la catástrofe
Alertó a la tripulación al ver que había una herramienta olvidada bloqueando un «flap» del ala del avión a punto de despegar y no le dan ni las gracias.
© V. de los Espadas – JM Noticias
El avión de la aerolínea de bajo coste EasyJet se dirigía hacia la cabecera de pista del aeropuerto suizo de Cointrin, en Ginebra. A bordo del aparato viajaban 163 pasajeros y seis tripulantes que tenían como destino Copenhague, en Dinamarca.
Uno de ellos, un joven de 25 años, Christopher, miraba aburrido por la ventanilla de su asiento en la parte izquierda del aparato. De pronto, algo llamó su atención. Un objeto metálico sobresalía por la apertura entre dos de los «flaps» del ala.
Tras unos segundos de atención, se dio cuenta que aquello no debería estar allí y que se trataba de una herramienta, una llave fija o de tornillo, que algún mecánico debió olvidar.
Sin pensarlo dos veces, el joven pasajero apretó varias veces el botón para llamar a la tripulación. Ante la insistencia, y a pesar que ya iban a despegar, la azafata se le acercó y vio lo que pasaba. Esa herramienta, que estaba enganchada entre el fuselaje del ala y el «flap», podría causar una catástrofe.
La azafata dio la alarma e informó al piloto que detuvo el avión, segundos antes que empezara a rodar por la pista de despegue, y decidió volver a la terminal.
El departamento de Prensa de EasyJet en Suiza confirmó lo sucedido por email al periódico danés Ekstra Bladet.
«EasyJet confirma que el avión que tiene el número de matrícula EZS1465 y que iba a volar de Ginebra a Copenhague el viernes, tuvo que volver a la terminal para ser controlado. Uno de los pasajeros avisó a la tripulación que había un objeto en el ala» informa Aurélie Charlet en el correo.
El avión pudo despegar una hora después, ya sin este objeto en el ala, y las autoridades de seguridad aérea del aeropuerto suizo ha decidido abrir una investigación sobre el incidente.
La herramienta podía haber caído a la pista durante el despegue, pero también podía haber sido la causa de un desastre, como el ocurrido con el Concorde en el 2000 en París, que costó la vida a 115 personas.
«La seguridad de nuestros pasajeros es siempre nuestra máxima prioridad» dice EasyJet en su correo. Sin embargo, y aunque esta historia tiene un final feliz, no deja de llamar la atención que la aerolínea haya comunicado al joven pasajero que descubrió la herramienta en el ala del avión, que no recibirá ninguna compensación o recompensa por haber evitado la catástrofe. ¡Ni le han dado las gracias!
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