Reaparece el jubilado príncipe Henrik
El marido de la reina Margarita II de Dinamarca acude a un acto oficial tres meses después de su anunciada jubilación.
© V. de los Espadas – JM Noticias
El público llenaba las gradas y abarrotaba la tribuna del «Jydsk Væddeløbsbane», el hipódromo de la ciudad de Aarhus, en este segundo día de Pascua, festivo en Dinamarca, para ver las primeras carreras de trotones del año.
A pesar del frío, el viento y la amenaza de lluvia, los daneses también querían ver allí al que ahora es el «jubilado» príncipe Henrik de Monpezat, que tras más de tres meses sin aparecer en un acto público, decidió acudir a este evento para entregar el premio «Prins Henriks Cup» al ganador de la carrera que lleva su nombre.
Lleva la perra al estadio.
El marido de la reina Margarita de Dinamarca se trasladó al hipódromo desde el castillo de Marselis, donde la familia real estaba pasando las vacaciones de Semana Santa, en uno de las furgonetas de la casa real y acompañado de tres de sus amigos.
En el coche venía también su perra favorita, una «teckel» o «perro salchicha» que atiende por «Querida» y que fue la primera en saltar del vehículo, aunque el chófer de la Casa Real la recogió y metió de nuevo en el coche, para que esperara ahí la vuelta de su dueño tras finalizar el acto.
Tras saludar a los directivos del hipódromo y resto del comité de bienvenida, el consorte danés de origen francés, que en mayo de este año cumplirá 82 años y a veces tiene serias dificultades para caminar, se dirigió al interior del restaurante para tomar un refrigerio y presenciar las carreras con el resto del público.
Las mentiras de las revistas alemanas.
Aunque la reina Margarita de Dinamarca ya había dicho en su discurso navideño que su marido había decidido «jubilarse» y no acudir a actos oficiales, su aparición en el «Jydsk Væddeløbsbane», cuyas instalaciones están pegadas a las lindes del parque del castillo de Marselis, sirvió para silenciar cotilleos y especulaciones, sobre todo de revistas alemanas que después copian las españolas, en las que se apuntaba a todo tipo de rumores sobre supuestas vidas separadas de la pareja.
El beso al caballo.
La quinta carrera del día que disputaron los trotones sobre una longitud de 2.300 metros, era la que tenía el premio de la «Copa del Príncipe Henrik». El ganador, en este caso ganadora, fue una yegua de seis años de nombre «Temptation», que además era la favorita.
Henrik de Monpezat bajó entonces a la pista, ayudado por sus acompañantes, y allí mismo entregó el premio, una copa con inscripción y 10.000 coronas danesas (1.340 €) al jinete Morten Friis.
Sin embargo, lo que más llamó la atención y que el público aplaudió con entusiasmo, fue que el príncipe Henrik también quiso premiar a la yegua y le plantó un beso en la cabeza.
El animal se asustó y dio un respingo hacia atrás, pero fue controlado por el dueño que sujetaba la brida. No se sabe si reaccionó así porque le picaron los pelillos de la barba del príncipe al darle el beso, ya que no se había afeitado, o bien por la cercana presencia de los fotógrafos como dijo el consorte, «que la ponían nerviosa»
No era la primera vez que el marido de la reina Margarita acudía a apoyar las carreras de trotones del «Jydsk Væddeløbsbane» En el 2001 hasta participó en una competición con un pony.
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