De empresario a príncipe mantenido
Daniel se ha casado con la princesa heredera Victoria de Suecia, pero resulta que ahora ella es su jefe y además decide cuánto le da de sueldo.
© Miguel Mielgo – JM Noticias
A pesar de ser un plebeyo y además de pueblo, Daniel Westling no es ningún pobretón que se ha casado por dinero. El que ahora es el marido de la princesa heredera Victoria de Suecia es el propietario del 70% de «Lapada AB», un holding empresarial dueño del 100% de la sociedad «Master Training AB» y del 60% de «Master Training Education AB»
«Lapada AB» posee también el 40% de «Balance MT AB», la empresa propietaria de los dos gimnasios más exclusivos de Suecia: «Balance», situado en la lujosa zona de Stureplan de Estocolmo, y «Balance Solna» que está en la zona residencial de Solna de la capital sueca.
Westling, que tras su matrimonio con la princesa heredera al trono sueco ha perdido su apellido y ahora se llama S.A.R Príncipe Daniel, también es propietario del 70% de «Dapala AB», una sociedad de inversiones de capital riesgo, además del 13% a titulo personal de «Balance MT AB».
Victoria es ahora su jefe y decide cuánto le da de sueldo
Daniel cesó en su último puesto como director ejecutivo de sus empresas el pasado 4 de Junio y, aunque conserva los paquetes accionariales, en realidad ahora es un parado porque ni trabaja ni recibe ningún sueldo. El año pasado declaró haber recibido un salario mensual de 40.000 coronas suecas, el equivalente a unos 4.000 Euros, como director de sus empresas.
Ahora bien, lo que Daniel vaya a ganar a partir de ahora, tras convertirse en Príncipe de Suecia y Duque de Västergötland, además de formar parte de la dinastía de los Bernadotte, dependerá únicamente de lo que quiera darle su esposa, la princesa Victoria, del dinero que ella recibe de su padre el Rey.
Se desconoce la cantidad que el rey Carlos Gustavo da a sus a sus hijos de su «apanage» o aportación económica que recibe del Estado. El monarca decide por sí mismo cuánto entrega a cada uno. Lo que sí se sabe es que el Rey recibe una asignación anual que oscila en los 110 y los 125 millones de coronas suecas, el equivalente a entre 11 y 12,5 millones de Euros.
La mitad de este dinero se dedica al mantenimiento y gastos de personal del Castillo Real. La otra mitad, unos 6 millones de Euros, es el llamado «apanage» o «sueldo real» que el monarca usa para pagar sus gastos privados y repartir como quiera entre su familia. Es casi de la misma manera que se hace en España.
Pero a pesar que Daniel es ahora «Alteza Real» y miembro de la Familia Real sueca, no recibirá ninguna asignación económica de su suegro. En Suecia, al contrario de Dinamarca donde los consortes tienen derecho a recibir el 10% del «apanage» de su pareja, no hay una ley o norma que les obligue a ello.
Tampoco existe nada que impida a Daniel, ahora como Príncipe de Suecia, trabajar por un sueldo. «Daniel tiene derecho a tener sus ingresos, pero está claro que lo importante es la fuente de los mismos» afirma el auditor real Axel Calissendorff en el diario sueco Expressen, que a su vez tampoco ve ningún inconveniente jurídico para que mantenga sus paquetes de acciones y su fortuna personal.
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