El avión que pintaba genitales
La estela de las maniobras de un avión noruego sobrevolando el cielo de Estocolmo forma el dibujo de unos genitales masculinos en la pantalla del radar.
© Macarena Henriksdatter – JM Noticias
La tradicional rivalidad existente entre suecos, noruegos y daneses, también se manifiesta fuera de los campos de fútbol.
La estela que aparecía en la pantalla del radar, señalando la ruta que seguía un avión de la aerolínea noruega Norwegian sobre el cielo de Estocolmo, provocó muchas risas en todo el mundo, pero también alguna que otra queja de los eternos rivales nórdicos, que no veían que fuera gracioso el «obsceno mensaje del piloto»
Y es que el dibujo de las maniobras del vuelo DY3194, que procedente de Copenhague se disponía a aterrizar el pasado 5 de diciembre en Estocolmo, muestra claramente la figura de unos enormes genitales masculinos pintados sobre la capital sueca.
En la foto, una captura de la página Flightradar24, no hay lugar a dudas. Esta página utiliza la tecnología ADS-B para mostrar en tiempo real las incidencias del tráfico aéreo comercial en el mundo. Esto significa que utiliza las señales que los aviones envían a un satélite cada 10 segundos con su posición, para así poder dibujar la ruta que siguen en un mapa.
Y aquí empezó todo. En Flightradar24 se les ocurrió poner la foto de la captura en su cuenta de Twitter con el texto: «parece que a los noruegos no les gusta Estocolmo». Una alusión a la rivalidad nórdica y dando por hecho que el piloto era noruego y que lo hizo a propósito para molestar a los suecos.
En los medios suecos como Nyheter24 no tardaron en recoger el guante y lanzar acusaciones de obscenos a los noruegos. Todo ello como parte del espectáculo de dimes y diretes que se forma. Y es que en estas «guerras» entre medios y primos hermanos nórdicos nunca llega la sangre al río.
Los noruegos devolvieron de inmediato la pelota a los suecos. Si bien la compañía es noruega, el avión que aterrizaba en Estocolmo procedía de Copenhague, en Dinamarca, y a lo mejor el piloto era danés.
En la aerolínea no entraron al trapo de la polémica que querían los medios porque no querían perder tiempo con tonterías.
«No hemos controlado si la ruta del avión es la que hizo o no. Estamos muy ocupados tratando de evitar el mal tiempo en toda Escandinavia» dijo Lasse Sandaker-Nielsen, jefe de comunicación de Norwegian, al diario noruego ABC Nyheter.
Los controladores tienen la culpa.
Y mientras suecos, noruegos y daneses discutían la autoría del dibujo, a ninguno se le ocurrió que es el controlador de la torre del aeropuerto de Arlanda, el que ordena al avión realizar las maniobras de aproximación necesarias antes de dejar que se pose en la pista.
¿Pero fue algo intencionado? Aparte de echarse la culpa unos a otros, al final todos acordaron que se trataba de una casualidad. Se habían echado unas buenas risas con el tema y los medios habían tenido una noticia para polemizar.
Ni el piloto ni el controlador de turno de Estocolmo tenían la culpa de lo sucedido, a no ser que éste último sea del sur de Europa. Ya se sabe que algunos españoles tienen «mala hostia» y podría darse el caso que el controlador haya querido desear Feliz Navidad con el «dibujo» a su querido amigo Pepiño Blanco, que ahora está mucho más cerca de entrar en la trena por una buena temporada.