Los insultos del cura
El obispo de Lugo ha tenido que destituir al cura de Agolada por insultar a los feligreses.
© Fabriciano González – Batiburrillo.net
La bronca del cura. (foto: Ilustración)
El obispo de Lugo ha tenido que destituir al cura del municipio de Agolada, que atendía las parroquias de Sexto y Brocos. El arzobispo de Santiago va a hacer lo mismo próximamente ya que Manuel López Fariñas, así se llama el sacerdote, atiende también las parroquias de Loño, Duxame y Portodemouros, pertenecientes al Concello de Vila de Cruces y adscritas a la Diócesis de Santiago de Compostela.
La causa, en ambos casos, es la misma: el sacerdote se dedicaba a insultar a los feligreses desde el púlpito. Les obsequiaba con apelativos como sinvergüenzas, muertos de hambre o idiotas. Además siempre protestaba por la presencia en la iglesia de niños, jóvenes y mujeres.
El obispo de Lugo propuso al sacerdote la jubilación pero éste rechazó el ofrecimiento y ha tenido que destituirlo a pesar que no hay un sustituto. Los feligreses de las parroquias afectadas tendrán que acudir a otros pueblos colindantes para asistir a las oficios religiosos. El obispado tendrá que arbitrar soluciones para atender a bautizos, primeras comuniones y entierros.
¿Cuál puede ser la razón de esta actitud beligerante del cura con sus feligreses? La edad no puede ser el motivo. Todos sabemos que la mala leche no es atributo de los entrados en años. Este sacerdote confunde el amor con el odio: o no ha leído los Evangelios o, si los ha leído no los ha interpretado bien o no los quiere interpretar. Tal vez esté influenciado por los métodos que utiliza nuestra clase política: la descalificación indiscriminada. O quizás utilizase su tiempo de ocio en ver la televisión y copiase las actitudes vociferantes e insultantes de la mayoría de los contertulios que mantienen los programas basura. ¡Dios le perdone!
