¿De tontos o de gilipollas?
¡Lo que faltaba!. Según el consejero delegado del grupo Vocento, los periódicos son imprescindibles y garantes de la verdad.
© Miguel Mielgo – JM Noticias
Acabo de leer, naturalmente en un medio digital, las dos frases que por lo visto ha soltado el consejero delegado del grupo Vocento, relacionadas con los periódicos y medios digitales, en el Foro Europa organizado por Nueva Economía Forum.
José María Bergareche, que así se llama este personaje, dijo, aunque mejor sería decir que vomitó porque no se puede calificar sus palabras de otra manera, que «los periódicos son imprescindibles y lo seguirán siendo como garantes de la verdad y más que algunos de los medios electrónicos que acaban de salir». Y ahora cabe preguntarse, ¿imprescindibles para quién?… ¿para sus amos políticos?. ¿Y garantes de qué verdad?… ¿de la suya o de sus intereses económicos?.
Nunca antes había oído, perdón, leído, semejante estupidez y aún más, puesta en boca o culo de una persona que por muy consejero delegado que sea, no es más que un asalariado del grupo de medios que representa. O bien el señor Bergareche sólo quiso arengar a sus acólitos con frases triunfalistas carentes de sentido común, o es que el bosque de su ignorancia no le deja ver los árboles de la realidad.
Los periódicos y medios audiovisuales españoles no se distinguen precisamente por decir la verdad, sino por estar al servicio de un partido político o del Gobierno de turno. Son los lacayos sumisos del poder que hacen de portavoces a cambio de favoritismos como la publicidad constitucional y otras concesiones de tinte económico.
Además, casi todos están enfrascados en luchas internas y en las guerras de competencias de cifras de ventas, mientras dejan de lado los intereses de la mayoría de los lectores que, le guste o no al señor consejero delegado de Vocento, son los que comprando el periódico, aunque sólo lo usen para embalar o como papel higiénico, están pagando su sueldo.
La segunda frase del señor Bergareche es una perla que repite como el ajo y no tiene desperdicio: «Los diarios somos garantes de la independencia, la verdad y el rigor frente a la dudosa credibilidad de algunos emergentes canales de comunicación, tan fáciles de acceder por los ciudadanos como de manipular y dirigir por los intereses económicos y políticos».
Pero vamos a ver señor Bergareche, ¿a quién quiere usted engañar?. ¿Cree usted que los lectores somos tontos?. ¿De verdad está convencido que un periodista de sus medios, que tiene que escribir su artículo casi al dictado y bajo la censura del que le paga un sueldo, puede tener independencia y credibilidad?.
La independencia, señor Bergareche, está en la libertad que hoy día hay en la Red y en algunos de los medios digitales que usted tanto critica. Los lectores buscan la información en estos nuevos medios porque están hastiados de las mentiras y manipulaciones que publican los medios tradicionales. ¿O prefiere usted que las llame «mamadas políticas»?
La libertad e independencia se encuentran en los miles de «blogs» y páginas de Internet, aunque no en todos, y donde bien o mal, cada uno expresa su opinión o cuenta su historia tal y como sucede, sin que nadie les tenga que decir cómo o qué tienen que poner.
Los medios digitales son los testimonios de gentes de todo tipo que no están supeditadas a presiones económicas ni a los dictados de jefecillos que cumplen las consignas de sus amos. Los digitales son los «periódicos» del presente y tienen la credibilidad y rigor que carecen los medios tradicionales, porque mientras no puedan ser controlados por los políticos o la economía no podrán ser manipulados.
La realidad de los que, usted señor Bergareche califica como «emergentes canales de comunicación de dudosa credibilidad», es que estos medios son los que publican crónicas, artículos y noticias que los «rigurosos» periodistas de sus medios usan a diario como fuente de información.
Y por si acaso no lo sabía, tenga en cuenta que no existe ningún medio periodístico en España que no se «inspire», copie, robe o fusile las informaciones de medios digitales que usted tanto critica. No me refiero a ninguno en concreto sino en general, así que ahora no venga usted a hablar del rigor y la credibilidad de los periódicos de papel que hace ya mucho tiempo que no tienen.
Si los diarios tradicionales se están quedando sin lectores no es culpa de los digitales. Se debe a la incompetencia de sus gestores, que no han sabido mantener la independencia que alguna vez tuvieron porque se han vendido al poder político y, sobre todo, por no haber sabido complacer las demandas de información de los lectores. Los tiempos cambian señor Bergareche y ustedes, en sus poltronas, tampoco han sabido subirse al tren de las nuevas tecnologías o por lo menos, haber tenido una visión de futuro.