Olvídate de Grecia, el problema es España
El Gobierno de Zapatero continúa a verlas venir como hacía Micawber, el personaje de Dickens, esperando a que «salga algo» que solucione los problemas, mientras analistas y expertos internacionales indican que es España, y no Grecia, la enferma grave de Europa.
© Miguel Mielgo – JM Noticias
A finales de enero, semanas antes que la ministra Elena Salgado se fuera a Londres a contar el cuento de la lechera, versión «Mr. Bean of Spain», a los periodistas del Financial Times y tratar de convencerles de la «buena salud» del cántaro español, el periódico alemán Der Spiegel desvelaba la preocupación que existía en la Comisión Europea ante la posibilidad de un colapso del Euro.
El diario citaba a Irlanda, España y Grecia, en este orden, como los tres países cuyo desbarajuste económico podría afectar a la moneda europea.
Días después, tras negar primero la portavoz española de la UE lo que se afirmaba en el diario Der Spiegel, la agencia de noticias alemana DPA informaba que Olli Rehn, el recién nombrado comisario para asuntos económicos y monetarios de la UE que sustituiría días después al español Joaquín Almunia, decía estar especialmente preocupado por el estado actual de los países que han acumulado una enorme deuda nacional. Olli Rehn nombraba también, y en este orden, a Irlanda, España y Grecia, porque estos eran los países que encabezan la lista de los sufrían el brusco aumento de los pagos de intereses y tenían un gran déficit presupuestario.
De esta manera se confirmaba lo que el periódico alemán había adelantado, dejando claro que en el seno de la Comisión de la UE se fraguaba una intervención en las cuentas de los Estados miembros. La cuestión era decidir cuál de los tres iba a ser el primero.
Las informaciones aportadas por Der Spiegel tuvieron eco en todos los medios europeos excepto , y como era de esperar, en los españoles.
Es «vox populis» que los apesebrados medios españoles no publican nada sin antes tener luz verde de la Moncloa, siempre a través de la agencia EFE, el conocido ministerio de propaganda del Gobierno de turno.
El caso es que mientras la situación de Irlanda, España y Grecia estaba en boca de todos, un periodista británico comentaba con sus colegas extranjeros que había escuchado una conversación donde, el por entonces aún comisario Almunia, pedía a otro de sus colegas que «no le obligaran a hacer esto a su país y menos cuando está gobernado por su partido.»
Sus palabras se referían, sin ninguna duda, a la posible «intervención» de la UE en España. El británico también comentó, naturalmente «off the record», que Almunia también había dicho que «empezaran por otro» y que «cuando dejara su puesto que hicieran lo que quisieran.»
Días después, cuando Grecia acaparaba todos los titulares de la Prensa mundial y se hablaba abiertamente de la crisis griega, en los medios europeos se apuntaba también a la situación de España como la más grave. Fue entonces cuando Almunia apareció ante las cámaras de la televisión nombrando a España, junto con Grecia, como uno de los países con graves problemas.
Sus palabras, por «meter a España en el mismo saco», causaron un gran revuelvo en el Gobierno de ZP, que puso de inmediato en marcha la máquina de echar humo, desmintiendo lo dicho por su correligionario y negando a la opinión pública española que la situación de España fuera tan grave como la griega. Los medios afines al circo mediático de ZP & Co salieron en su apoyo y consiguieron desviar la atención en el cortijo nacional.
Han pasado casi dos meses desde que Der Spiegel encendiera la mecha del barril de pólvora sacando a la luz los problemas de algunos países de la eurozona. Grecia sigue estando en los titulares de los diarios españoles, pero sin profundizar o evitando hablar de la situación de España. Sin embargo, los analistas que escriben en los medios europeos continúan enfocando a España y no a Grecia, como el mayor problema de Europa.
Niels Lunde, analista del diario danés Politiken, comienza su artículo diciendo: «Si estás contento de que Grecia haya conseguido por fin vender algunas obligaciones, ya puedes borrar la sonrisa de tus labios. Grecia es un problema pequeño para la eurozona, España es la que más importa».
El danés hace referencia al artículo de Irwin Stelzer publicado el WSJ (The Wall Street Journal) donde analiza la situación española y, entre otras perlas, cita las palabras de la vicepresidenta De la Vega que decía «Tenemos un plan». Según Stelzer, «para la mayoría de los observadores es un plan de Micawber», el personaje creado por Charles Dickens en su novela «David Copperfield», cuyo plan era esperar que «algo saliera»
España es la cuarta economía de la eurozona, cinco veces mayor que Grecia y casi el doble que la de los otros países europeos afectados por la crisis – Grecia, Portugal e Irlanda – juntos. «Si España entrara en bancarrota entonces seria un auténtico y serio problema para el Euro.» explica Lunde.
Irwin Stelzer dice que el Gobierno de Rodriguez Zapatero lo tiene muy crudo, pero que puede dar las gracias a que «el resultado de la prudente política fiscal de los anteriores gobernantes» ha hecho que España no está tan endeudada como Grecia. Ni siquiera como Italia, Portugal, Francia o incluso Alemania.
Pero en estos momentos, la situación económica de España se ve «muy negra» – dice Lunde – y el primer ministro Zapatero sólo puede esperar que ocurran dos cosas:
La primera sería un crecimiento económico. En el caso que la economía creciera a corto plazo, España podría conseguir aumentar sus ingresos fiscales. Pero resulta que no hay nada que apunte a que esto pueda llegar a ocurrir. Tras 16 años de crecimiento continuado, España entró en el 2009 en una recesión que alcanzó el 3,7% del PIB, mientras el FMI augura que en el 2010 aún será mayor.
Por otra parte está la alta tasa de desempleo que ha alcanzado la cota del 20%. Todo apunta que seguirá aumentando este año. Y por último, los sueldos de los españoles han crecido mucho en la última década. Esto ha hecho disminuir mucho el nivel de competividad de España en el mercado exterior.
La segunda que Zapatero podría esperar que ocurriera es una intervención de la UE a base de una operación rescate.
Ninguno de los socios comunitarios puede permitir que la cuarta economía de la eurozona entre en bancarrota. Al menos, ésta es la única esperanza que le queda a ZP.
Zapatero se basa en que España es un país que tiene las cuentas claras, no como Grecia, y que no está tan endeudado. Esto supone España tendría que tener una mayor credibilidad en el mercado del dinero.
De esta forma, España podría vender deuda de Estado para poder intentar reducir su déficit presupuestario y, de esta manera, la posible operación rescate por parte de la UE tendría al menos la posibilidad de convertirse en realidad.
Pero estas ventajas se quedan en simples minucias ante los graves problemas económicos que tiene el país.
Uno es el gigantesco déficit presupuestario que ya alcanza el 11,4% del PIB. El otro, y muy importante, la falta de un plan creíble y valido del Gobierno que pueda llegar a conseguir reducir el déficit, además del continuo descenso de la actividad económica, que ha llegado a crear grandes brechas estructurales en su economía.
Una devaluación interna.
Lars Calmfors, profesor de economía internacional del «Institute for International Economic Studies», de la Universidad de Estocolmo dice, al diario sueco E24, que «España no estaría en esta situación si estuviera fuera de la EMU». Según el profesor, en un país con su propia moneda, lo más natural para poder solucionar este tipo de crisis es devaluar y así poder restablecer la situación de costes y tener de nuevo un control de la economía.
«Pero ahora la forma de devaluar tiene que ser interna y mediante una rebaja de salarios. Y España necesitará esperar mucho tiempo antes de poder corregir su nivel de costes. Suecia estaba en una situación similar en la década de los 90. Lo que nos sacó de la crisis fue que la corona sueca perdió valor y así se incrementaron las exportaciones. Pero estas cosas ya no se pueden hacer entre los países que forman la eurozona» dice Calmfors.
Alan Walter, ex asesor económico de Margaret Thatcher, señaló en su tiempo este problema que se conoce como la «crítica Walter»
«España es un ejemplo clásico de que esta crítica estaba justificada. Lo que ha ocurrido demuestra lo equivocados que estaban los que desecharon estos argumentos de que la llamada crisis asimétrica podría convertirse en un grave problema en la UEM» afirma Calmfors.
En estos momento España no puede, como hacía Micawber, el personaje de Dickens, esperar por un «algo saldrá». España necesita un plan de medidas efectivas que tiene que ponerse en marcha de inmediato. Pero si el Gobierno de Zapatero continua como hasta ahora a verlas venir, anquilosado en su burbuja de mantener el poder sin hacer nada para solucionar los problemas, lo más seguro es que España sea intervenida por la EU antes de las elecciones del 2012, si no se convocan antes que sería una parte de la solución, o tendrá que sacar a España de la EMU.