Jaque al Rey – Primera parte –
Un libro cuenta la vida secreta del rey Carlos Gustavo de Suecia entre amantes, orgías y juergas nocturnas. El monarca ni confirma ni desmiente, pero dice que «fue hace mucho tiempo»
© V. de los Espadas – JM Noticias
En una biografía no autorizada de la vida del rey Carlos Gustavo de Suecia se cuenta, según sus autores, la verdad sobre lo que hasta ahora habían sido simples rumores.
En las 340 páginas del libro titulado «Carl XVI Gustaf – Den motvillige monarken» (Carlos XVI Gustavo – Monarca en contra de su voluntad), se pueden leer los morbosos e íntimos detalles de la vida del rey sueco, entre amantes, orgías y juergas nocturnas en locales de dudosa reputación.
Los periodistas Thomas Sjöberg, Tove Meyer y Deanne Rauscher, un hombre y dos mujeres, se pasaron dos años y medio recopilando los datos y testimonios que avalan todo lo que escriben en el libro. Y aunque algunas de las fuentes se podrían considerar de poca credibilidad, no tiene desperdicio.
Al día siguiente de salir a la venta, el rey tuvo que improvisar una rueda de prensa al final de una cacería y comentar lo que ya se calificaba como un escándalo.
Un tanto nervioso, el monarca divagó sobre los titulares de los periódicos y ni confirmó ni desmintió las informaciones que aparecen en el libro.
«Entiendo que este libro trata de cosas que sucedieron hace mucho tiempo. Yo no he podido leerlo todavía porque me lo dieron muy tarde y no tengo tiempo para estar leyendo libros todo el día», – dijo el monarca. Pero acto seguido dijo también: «Lo que ocurrió, sucedió hace mucho tiempo. He hablado con mi familia y hemos decidido pasar hoja y, en su lugar, mirar hacia adelante».
En el libro se afirman, entre otras cosas, que en la década de los 90 el monarca visitó varios «puticlubs», tuvo varias amantes y frecuentó un club privado de los bajos fondos.
La amante mulata.
Una de las supuestas amantes de Carlos Gustavo de Suecia, la única que en el libro se cita con su nombre completo, es la cantante sueca Camilla Hennemark, que en los años 90 era la vocalista del grupo «Army of Lovers».
Esta joven mulata, que ahora tiene 46 años y es hija de madre sueca y padre nigeriano, es muy conocida en Suecia como «La Camilla», un apodo en español muy significativo.
Camilla estuvo varias veces en el Castillo Real de Estocolmo y dicen los autores en el libro que mantuvo, durante al menos un año, una relación sentimental con el monarca sueco. En el libro también se afirma que la reina Silvia conocía los «affaires» que mantenía su marido con Camilla y otras mujeres.
Los amigos íntimos del rey niegan que todo sea cierto, pero la propia Camilla no lo hace, aunque tampoco lo confirma. «Ahora tengo una nueva vida y no sé de donde proceden todas esas cosas que me cuentas» dijo la cantante al diario Expressen. Además, cuando el periodista le preguntó directamente si lo que se decía en el libro de ella era mentira, la mujer respondió con un lacónico: «sin comentarios»
12.000 dólares gastados en un burdel.
También se cuentan las correrías nocturnas de Carlos Gustavo de Suecia por diversos locales de alterne, incluso en Bratislava (Eslovaquia) y en Atlanta (EE.UU), donde pagaron a jóvenes prostitutas para que divirtieran al grupo de amigos que siempre acompañan al monarca.
En Atlanta, y durante los Juegos Olímpicos de 1996, el rey Carlos Gustavo y sus amigos pasaron varias horas en el reservado VIP de un conocido club de «strippers» de lujo. Y aunque esto ya se sabía y salió publicado en los medios suecos en su día, en el libro cuentan que esa noche el rey se gastó 10.000 dólares con las chicas del club, y que fue el propio rey en persona el que entregó 2.000 dólares de propina a unas de ellas. Unas cantidades que en 1996 eran toda una fortuna.
El club secreto de los bajos fondos.
No pasan desapercibidas en el libro las fiestas y orgías que solían organizar el rey y sus amigos en un local privado de los bajos fondos de Estocolmo. En el libro se afirma también que el grupo era cliente habitual de un club secreto dirigido por Mille Markovic, un conocido gánster de la ciudad. Además, en unas declaraciones ante las cámaras de la TV4 sueca, el propio Markovic confirmó lo que dice el libro y dijo que el rey sus amigos tenían todos lunes una parte del club reservada para ellos de forma permanente.
Thomas Sjöberg, autor principal de esta biografía no autorizada, dice que era el propio «conseguidor» del rey, Christer Gustafsson, el encargado de llevar las guapas jóvenes que hacían compañía al monarca y a sus amigos cuando iban al club privado y se quedaban allí con ellas hasta altas horas de la madrugada.
El mote de «el monedero»
Una de estas chicas que participó en las reales orgías, que además según el libro también fue amante del rey, es noruega. La mujer, que no se cita por su nombre, dice que un día insistió en llamar al rey «Pungen» (el monedero), en vez de «Kungen» (el Rey), y que «tanto el monarca como sus amigos se rieron a carcajadas de la broma»
En el libro se acusa también a los agentes de los servicios secretos suecos (SÄPO), encargados de la seguridad del monarca, de entrar ilegalmente en los apartamentos privados de posibles testigos de estas juergas, para buscar las fotos comprometidas y hacerlas desaparecer.
Los amigos están enfadados.
Los compañeros de parranda del rey Carlos Gustavo de Suecia afirman que nada de lo que se cuenta en el libro es cierto.
«Sólo son mentiras y difamaciones» dice Aje Philipsson al diario Expressen. «Esto es una difamación muy grave y el propio rey está muy apenado» dice otro de sus amigos, Anders Lettström, al diario Aftonbladet. Sin embargo, los dos amigos tienen motivos para enfadarse porque ambos aparecen citados en el libro, dado que participaron en un viaje con el rey a la localidad de Åre. Allí ambos posaron en una foto vistiendo sólo una parte de la ropa de baño de las chicas que les acompañaban.
Escoltas en calzoncillos.
Un escolta del rey, Ola Sellin, que estuvo al servicio del monarca entre los años 1973 y 1980, escribió un diario personal durante los años que le acompañó en sus salidas.
Cuenta Sellin, entre otras cosas, lo que sucedió en 1975, durante en una comida regada con mucha bebida y a la que el rey asistió después de finalizar una carrera de F1 en el circuito de Anderstorp.
«Lo único que los invitados les estaban permitido llevar encima era la corbata.Había dos mujeres desconocidas que acompañaron al rey en la mesa» dice Sellin, y añade: «Yo estaba allí en calzoncillos y con la pistolera puesta»
El ahora ex escolta del monarca dice también que en otra fiesta que estuvo presente al lado de Carlos Gustavo de Suecia, las mujeres sólo vestían pieles.
«Pero el rey nunca era el que peor se comportaba, sino los amigos que tenía alrededor»
No olvides de leer : Jaque al Rey – Segunda parte – y también Jaque al Rey – Tercera parte – Muerto el perro.
Vaya, y por supuesto el rey no confirma ni desmiente, por lo que se deduce que todo es verdad. «El que calla, otorga». Si no fuera verdad, ya habría dicho que habrían demandas por calumnias, pero nada, sólo que «pasó hace tiempo». A ver si pronto aparece la segunda parte de este artículo, que me quedo en suspenso de saber más… jejeje, cotilla, ya lo sé. Felicitaciones! Muy bien artículo.