La audiencia en televisión bien vale un bigote
Un presentador de la televisión pública sueca tiene que afeitarse el bigote durante la emisión por exigencia de los telespectadores.
© Miguel Mielgo – JM Noticias
Rikard Palm, presentador del programa de noticias «Rapport», el equivalente al telediario que se emite en la televisión pública sueca, tuvo que afeitarse el bigote durante la emisión del informativo tras la avalancha de llamadas de protesta de los televidentes.
Y es que el señor Palm, que siempre aparecía bien afeitado ante las cámaras, había decidido dejarse bigote durante sus vacaciones porque así le gustaba más a su mujer. «Me dejé crecer el bigote antes de volver al trabajo porque mi mujer me decía que estaba más guapo» dijo Palm al diario Aftonbladet.
Pero no parece que los telespectadores compartieran la misma opinión que la esposa del popular presentador de 47 años. Tras aparecer ante las cámaras con la mata de pelo debajo de la nariz durante el avance del informativo de las 18:00 horas del domingo, comenzó un aluvión de llamadas a los estudios de la SVT para protestar por el cambio de «look».
«Los teléfonos no paraban de sonar. Todos estaban muy enfadados. Es increíble que la gente pueda reaccionar así por un bigote» dijo Rikard Palm al diario.
Y como en Suecia se paga licencia para poder ver la televisión, a lo mejor por aquello del que paga manda, Rikard Palm optó por hacer desaparecer el motivo de la polémica antes que los irritados telespectadores colapsaran la centralita.
Una hora y media después, en la emisión del informativo de las 19:30, todos pudieron ver a Rikard Palm bien afeitado y como siempre le habían visto. Y es que en televisión, la audiencia bien vale un bigote.