Un loco persigue a Victoria de Suecia
La policía sueca busca a enfermo mental, fugado de un sanatorio psiquiátrico, que está obsesionado con la princesa heredera.
© Miguel Mielgo – JM Noticias
Agentes de la policía sueca buscan a un enfermo mental, calificado como un violento que está obsesionado con la princesa Victoria de Suecia, que se fugó el 22 de julio pasado del sanatorio psiquiátrico donde estaba internado. Las autoridades decretaron la alarma general porque temen que intente llegar hasta la Heredera.
En la Casa Real también han tomado medidas de protección y, aunque no se ha informado ni se han dado detalles de dónde se encuentra la princesa Victoria y su novio Daniel Westling, se sabe que ambos abandonaron rápidamente la mansión de Solliden, su tradicional lugar de vacaciones en la isla de Öland.
El nivel de seguridad entorno a otros miembros de la familia real sueca se elevó a la situación de máxima alerta, ya que también se teme que la princesa Magdalena pueda estar en peligro.
El individuo en cuestión se llama Jens Peter Schwartzlose y se trata de un danés de 41 años que padece una esquizofrenia agresiva. En la madrugada del pasado 22 de julio se fugó del sanatorio psiquiátrico Fjorden, en la localidad danesa de Roskilde, al oeste de Copenhague.
La policía cree que ya se encuentra en Suecia y que está tratando de llegar hasta el lugar donde se encuentra la princesa. Agentes daneses confirmaron el martes que habían informado a sus colegas suecos de la fuga del interno, cuatro horas después de que se le echara en falta en la institución donde lleva varios años ingresado.
Amenazas contra la familia real
El fugitivo es un viejo conocido del SÄPO, los servicios secretos suecos, debido a su enfermiza obsesión por la princesa heredera. Y es que a pesar que los agentes aseguraban que tenían controlados todos sus movimientos, ya que normalmente se encuentra ingresado en el sanatorio, no es la primera vez que se escapa de su reclusión con la intención de llegar hasta su objetivo. Tras protagonizar otras fugas a los largo de los último años, Schwartzlose se dedicaba a explicar al personal de la clínica psiquiátrica, tras ser recluido de nuevo, cómo había ido detrás de la bella princesa sueca.
En el cuartel general del SÄPO, en Estocolmo, se le considera como una seria y potencial amenaza contra la seguridad de la familia real. Todos los agentes de seguridad suecos, y la policía de los dos países vecinos, se encuentran en estos días en máxima alerta tras recibir la orden de búsqueda y captura del loco, considerado policialmente como un tipo peligroso, incontrolable y muy desagradable. Pero el SÄPO no quiere decir nada del asunto, aunque se han tomado muy en serio las amenazas del huido. «No vamos a comentar nuestra forma de operar», dijo el agente de guardia en el cuartel general al diario sueco.
Tampoco en la Casa Real han querido decir lo que están haciendo para proteger a la familia real. La responsable de Prensa, Ann-Christine Jernberg, quitó hierro al asunto y dijo al diario sueco que «la policía tiene cosas más importantes que hacer y, por tanto, yo no voy a dar más información sobre el caso». Jernberg tampoco ha querido decir si la familia real había sido informada de la fuga de Schwartzlose y se limitó a un lacónico «eso creo» como respuesta a la pregunta de los periodistas.
Lo que si se sabe, según los medios suecos, es que tanto la princesa Victoria como su novio y entrenador personal Daniel Westling, abandonaron el sábado pasado el palacete veraniego de Solliden y se desconoce su actual paradero. Ann-Christine Jernberg tampoco ha querido decir donde estaba la pareja.
Doble identidad
Jens Peter Schwartzlose es, según se le ha descrito en la nota de alarma nacional decretada por la policía, un tipo psicótico y muy peligroso para otras personas. Su principal obsesión es conseguir llegar hasta la princesa Victoria de Suecia y, de paso, al resto de los miembros de la familia real.
Para ello se suele hacerse pasar por un agente de los servicios secretos daneses PET, o bien, por un agente especial sueco. También suele presentarse utilizando el alias de Peter Clarke y es capaz de convencer a muchos de la «veracidad» de su doble identidad. Físicamente es un hombre corpulento de 178 cms. de altura y ligeramente «relleno». Lleva el pelo corto y algo rizado, de un color rubio claro, y tiene los ojos azules tirando a grisáceos.
Cuando desapareció del centro psiquiátrico vestía unos pantalones cortos de color claro y una camiseta de manga corta. Al cierre de la edición de ayer martes por la tarde, y tras 4 días de búsqueda, todavía no había podido ser localizado. «Lo único que sabemos es que todavía no ha podido ser detenido» dijo el martes Christer Jansson, oficial de guardia en la central de comunicaciones de la policía criminal sueca.
Una historia de violencia y obsesiones
Jens Peter Schwartzlose fue condenado en 1999 por un acto de violencia contra un policía danés e ingresado en la clínica psiquiátrica de Fjorden, en Roskilde, para seguir un tratamiento de por vida debido a su esquizofrenia. En Julio del mismo año, consiguió fugarse de la clínica, unos días antes que la princesa Victoria celebrara su cumpleaños. Desde Dinamarca consiguió llegar a Suecia y allí, llegar hasta Solliden, la residencia de verano de la familia real sueca en las cercanías del pueblo de Borgholm, en la isla de Öland. Un lugar donde ya es una tradición que Victoria de Suecia celebre el día de su aniversario.
Detenido en los jardines del palacio
El SÄPO envió un aviso a sus agentes para que Schwartzløse fuera inmediatamente detenido, pero sólo en el caso que se encontrara cerca de la familia real. Después que esta orden de búsqueda llegara a la policía local, el individuo pudo ser localizado y arrestado dentro de los «Jardines de Borga», un pequeño bosque que rodea el palacete de Solliden. Ocurrió unas horas antes que la princesa saliera a la puerta del palacete para iniciar oficialmente los festejos del, por entonces, su 22 aniversario.
Más tarde se pudo saber que Schwartzlose había llegado hasta la misma puerta de entrada del salón de las mansión. Tras ser detenido, fue de nuevo trasladado a Dinamarca para su reingreso en el sanatorio psiquiátrico. A la policía sueca les dijo que había venido a Suecia porque «se iba a casar con la princesa Heredera y que él iba a ser el rey».
En otra de sus escapadas le echaron por la fuerza de la catedral de Roskilde, en Dinamarca, después de haber intentado acercarse a la reina Margarita para hablar con ella, cuando la soberana visitaba el templo. Entre sus hazañas está la de enviar cartas amenazantes a Bill Clinton, ahora ex-presidente de los EE.UU. Una de estas cartas hizo que la policía danesa le mantuviera bajo observación cuando Clinton, hace ahora 8 años, visitó Dinamarca.