Sexo gratis en la Cumbre del Clima
Las prostitutas de Copenhague ofrecerán sexo gratis a los participantes acreditados de la Cumbre del Clima (COP15) que les entreguen la «postal» intimidatoria que reparte el Ayuntamiento.
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Las trabajadoras del sexo de Copenhague están que arden. Pero el calentón que tienen estas maravillosas chicas no se debe precisamente a los menesteres propios de sus labores.
La culpa es del cabreo que han pillado las meretrices danesas la tiene la campaña intimidatoria que ha hecho el Ayuntamiento de la ciudad, donde se pide a los participantes de la Cumbre del Clima (COP15) que se abstengan de comprar favores sexuales durante su estancia en la capital danesa.
Bajo el lema «Be sustainable: Don’t Buy Sex» (Sé sostenible, no compres sexo), los responsables municipales, cuya mayoría es socialista como era de suponer, tratan de inculcar a los participantes de la Cumbre del Clima que «las normas éticas de la ciudad prohíben la compra de sexo».
El eslogan aparece impreso en una tarjeta postal que se ha sido repartida por todos los hoteles y otros lugares de ocio de la capital danesa. Sin embargo, lo que no dicen en esta campaña es que el oficio más viejo del mundo está permitido en Dinamarca, siempre y cuando las chicas no sean obligadas a practicarlo.
La reacción del «Sexarbejdernes Interesse Organisation» (Organización de intereses de trabajadoras del sexo), no se hizo esperar.
El sindicato de prostitutas desenterró el hacha de guerra contra el Consistorio mporque consideran esta campaña como una intromisión ilegal en las actividades laborales de sus socias, anunciando que ofrecerán sexo gratis a los participantes.
Con el lema «Sex for a postcard» (Sexo a cambio de una postal), las prostitutas de Copenhague ofrecerán sexo gratuito a los participantes de la Cumbre del Clima que les muestren su acreditación al evento y les entreguen una de las postales que ha repartido el Ayuntamiento.
Pero la oferta, dicen ellas, no es válida para los políticos ni mucho menos para los funcionarios municipales, que además tendrán que pagar el doble por un echar un polvo o poder tener acceso a sus servicios.
«El ayuntamiento de Copenhague se ha sacado de la manga su propia norma para intentar criminalizar a nuestros clientes. El hecho que nos utilicen para promocionarse en la Cumbre del Clima es repugnante» dijo Susanne Møller, portavoz del SIO, el sindicato de prostitutas danés, al diario Ekstra Bladet.
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