Los novios de Magdalena de Suecia
Dicen que sus pretendientes se cuentan por miles en todo el mundo, pero sólo cinco consiguieron estar a su lado y el sexto se va a casar con ella.
© V. de los Espadas – JM Noticias
Cuando Magdalena de Suecia cumplió los 18 años, ya se rumoreaba sobre varios compañeros de colegio que destacaban como posibles «novietes» de la princesa.
En Suecia, como en el resto del mundo occidental, las chicas saben desde muy temprana edad que se necesita besar muchas ranas hasta encontrar la que se convierte en el príncipe azul.
Magdalena no era una excepción y hacía como todas las demás chicas de su edad, que coqueteaba con todos y estaba con ninguno.
El primero es siempre el gran desconocido.
A finales de los años 90, cuando tenía 16-17 años, la relacionaron con el joven Pontus Westergren, que por aquel entonces tenía 22 años y compartía el interés de la princesa por los caballos.
Ambos pasaban muchas horas juntos en los picaderos y caballerizas reales, cuidando y entrenando los equinos. Y de ahí dicen las malas lenguas, y tal vez no les falte razón, que fue Pontus el que enseñó a «cabalgar» a la princesa.
Hoy día, Pontus Westergren es un conocido jinete que forma parte del equipo nacional de equitación de Suecia y vive con Suzanne Sjögren, una conocida periodista deportiva de la televisión.
Tres novios en un año.
Hubo que esperar al 2001, el año en que Magdalena hizo triplete, para conocer al siguiente en la lista de los «novietes» conocidos de la princesa.
En la fiesta de cumpleaños de una amiga, celebrada en la primavera del 2001 en Hasselbacken, conoció al joven de 23 años Mattias Trotzig.
Por aquel entonces Trotzig era un consultor en temas de relaciones publicas, pero que pasaría a la historia por ser el primer «pojkvännen» (noviete) oficialmente conocido, aunque en realidad fue el segundo.
Mattias estuvo en la fiesta de graduación de bachillerato de Magdalena, justo antes del verano, pero no hay ninguna foto de los dos juntos.
Pero el hecho de estar con Mattias desde hacía unos meses, no impidió que Magdalena saliera a pacer por otros pastos o besar otras ranas.
Rollos de verano en la Riviera francesa.
Justo después de la fiesta de graduación, Magdalena se fue de vacaciones con sus padres a la Riviera francesa, donde conoció al noble sueco Pierre Ladow, con el que tuvo un romance veraniego.
Nadie se hubiera enterado de este «rollete» de verano si no fuera porque un «paparazo» les fotografió besándose en la cubierta de una motora.
Esta foto del beso de Magdalena con un top y Pierre en bañador corrió como la pólvora por las redacciones de los medios nórdicos.
De la noche a la mañana, Pierre Ladow pasó a ser el hombre más envidiado del mundo, y porque había tenido en sus brazos a la princesa más bella y deseada por todos.
Pero los «rolletes» de verano sólo sirven para descargar hormonas y no suelen llegar a nada serio.
Magdalena volvió a Suecia por orden de su padre el rey y Pierre Ladow, que es el heredero de una importante empresa de diseño propiedad de su familia, volvió a Londres donde reside.
Desde hace cinco años Pierre está felizmente casado con Bianca, que es decoradora. La pareja tiene una hija y otra en camino, dijo su padre Allan Ladow al diario Aftonbladet.
El novio más polémico.
En el otoño del 2001, y tras dejar a Pierre en la playa y terminar con Mattias en Suecia, la princesa conoce por mediación de su hermano Carlos Felipe, al que sería el novio más polémico de todos.
Se llama Erik Granath, un niño malo del que se enamora. Así qué, Erik se convierte en el tercero del año y el cuarto en la lista de «novietes» con derecho a roce.
Madde, como llaman a Magdalena en su casa, convence a su padre el rey para que la deje ir a estudiar inglés a Londres y Erik también va.
Hay quien dice que ambos prepararon el plan para poder estar a su aire en la capital británica. Sus padres lo sabían pero lo consintieron. Lo cierto es que Erik Granath no era precisamente un príncipe azul y mucho menos el yerno deseado por un padre para su hija.
El chico tenía mala reputación, era algo violento y había sido condenado varias veces por delitos menores como el consumo de drogas, conducir ebrio y por peleas y destrozos callejeros.
Aún así, y sabiendo lo que pasaba con el muchacho, el rey Carlos Gustavo y la reina Silvia le admitieron junto a ellos porque Magdalena les dijo que le gustaba y que estaba enamorada.
La foto del escándalo.
Cuando se hizo pública la foto de Erik agarrando con una mano el pecho de Madde mientras ambos paseaban por Londres, el rey pidió a su hija que terminara la relación.
Magdalena se negó y tras una de las muchas discusiones con su padre, al final le convenció para que diera una nueva oportunidad a Erik.
Ambos siguieron juntos, pero unos meses después Erik Granath era detenido por la Policía sueca por intentar vandalizar una carpa de venta de cerveza en Visby.
Esta vez el rey fue tajante y la relación se rompió en Noviembre del 2002. Erik reside hoy día en Gotland y trabaja en la empresa de maquinaria de su padre.
Jonas era su amor pero le fue infiel.
Magdalena no perdió el tiempo y tras la obligada ruptura con Erik Granath, un mes después, en Diciembre del 2002, conoce al estudiante de derecho Jonas Bergström, con el que mantiene una larga relación de más de 7 años.
Jonas, el quinto en la lista de novios, fue y es el gran amor de Magdalena. Dos años después, y tras una nueva discusión con su padre, Magdalena consigue que la dejen irse a vivir con Jonas a un apartamento en la ciudad.
En Agosto del 2009, tras varios años de convivencia y muchos rumores de infidelidad por parte de Jonas, la pareja decide anunciar el compromiso de boda, sin una fecha fija, pero a partir diciembre del mismo año ya no se les ve juntos en público.
Los cuernos de la princesa.
Unos meses después, en abril del 2010, la jugadora noruega de balonmano Tora Uppstrøm Berg, cuenta con pelos y señales en la revista noruega «Se og Hør», que ella y Jonas se acostaron juntos durante las vacaciones de semana santa del 2009.
Y esto fue la gota que colmó el vaso. El escándalo fue mayúsculo y el rey obligó a su humillada hija romper el compromiso, a pesar que ella se opuso porque sabía lo de Tora y Jonas.
Magdalena decide entonces poner tierra por medio y se muda a Nueva York con su perro Zorro. Un par de meses después, conoce a Christopher O’Neill, el sexto en la lista, y no pasó mucho tiempo antes que se fueran a vivir juntos a un apartamento en la Gran Manzana.
Jonas se fue a vivir con sus padres en Djursholm. Hace dos años que terminó los estudios y ahora trabaja en un renombrado bufete de abogados.
En la primavera del 2011 se fue a vivir con Stephanie af Klercker, la que fuera la mejor amiga de Magdalena. Se prometieron una semana después que Madde anunciara su compromiso con Chris O’Neill y se casarán a finales del verano, también unas semanas después que Magdalena.
¿Qué hacen hoy día los ex de la princesa?
Pontus Westergren, 35 años. Es jinete del equipo nacional de equitación de Suecia. Vive con Suzanne Sjögren, periodista de televisión y ambos tienen un bebé en camino.
Pierre Ladow, 31 años. Es el heredero de la empresa de diseño de la familia y trabaja en ella. Está casado con Bianca, que es decoradora. La pareja reside en Londres y tienen una hija y otra en camino.
Mattias Trotzig, 35 años. Tiene una empresa de organizar eventos. Vive con su pareja la modelo y estudiante de economía Linn Herbertsson. Residen en Estocolmo.
Erik Granath, 34 años. Trabaja en una empresa de maquinaria de su padre. Está soltero y registrado como residente en la dirección de sus padres en Visby.
Jonas Bergström, 34 años. Es abogado y pareja con Stephanie af Klercker, 30 años, propietaria con su hermano de una marca de ropa. Residen en Estocolmo y se van a casar a finales del verano del 2013
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