Jaque al Rey – Segunda parte –

Una «stripper» cuenta que se bañó desnuda con el monarca sueco y un gánster serbio-sueco tiene a la venta fotos del rey en un burdel. Carlos Gustavo de Suecia lo niega todo.

© V. de los Espadas – JM Noticias

Cuando en noviembre del año pasado se publicó en Suecia el libro «Carl XVI Gustaf – den modvillige monark» (Carlos XVI Gustavo. – Monarca en contra de su voluntad), una biografía no autorizada que revelaba sin tapujos los escabrosos detalles de la vida secreta del Rey entre amantes, orgías y demás juergas nocturnas, se abría la caja de los truenos que iba a poner en jaque al monarca.

Y aunque casi todo lo que se dice en este libro era ya «vox populis» en el país, los escándalos se han ido sucediendo uno tras otro desde entonces, llegando hasta tal punto que los suecos, hartos de la imagen que está dando su jefe de Estado, piden que abdique.

El periódico sueco Aftonbladet volvía a la carga el domingo 29 de mayo publicando los testimonios de Mirian, una «stripper» y profesional del sexo, que cuenta lo que pasó cuando participó en una orgía en un «spa», donde el rey y sus amigos disfrutaban todos juntos bebiendo champán desnudos.

Lo más sorprendente de todo esto es que ni siquiera «ocurrió hace mucho tiempo», como el propio monarca reconoció cuando se enfrentó a la Prensa tras aparecer en público su amante mulata con la que mantuvo una relación durante años. Según el diario, las orgías y los baños con prostitutas se sucedieron desde 1995 hasta la mitad de la década del 2000.

1.000 Euros por noche.

Cuenta Mirian que todas las chicas contratadas ese día fueron recogidas en taxi y llevadas al hotel donde tendría lugar la orgía. Cada una de ellas recibió 10.000 coronas suecas (1.000 Euros) como pago por una noche con el rey Carlos Gustavo de Suecia y sus amigos, donde el estándar era «todo incluido».

Ninguna de las chicas sabía de antemano quien había pagado por sus servicios. Mirian dice que todas se quedaron muy sorprendidas cuando se encontraron al Rey desnudo dentro del «jacuzzi». Aún así, y según cuenta la joven «stripper», la participación del monarca en la bacanal no fue un impedimento para que todas realizaran el «trabajo» para el que había sido contratadas. «Después que todas nos habíamos desnudado, todas nos metimos en el agua con ellos» dice Mirian, que al mismo tiempo asegura que no mantuvo sexo con el rey,  y que «tampoco quería hacerlo allí con ninguno de los que estaba».

Las fotos en un burdel que vende un gánster.

Si la orgía en el «spa» con las prostitutas fue el último de los escándalos descubiertos, dos semanas antes los periódicos y televisiones sacaban a la luz que un amigo del monarca había intentado comprar unas supuestas fotos muy comprometidas, donde se podía ver al Rey y sus amigos en un burdel. Las fotos las tenía a la venta Mille Markovic, un conocido gánster sueco de origen serbio.

Un reportero del canal TV4 de la televisión sueca se puso en contacto con Markovic para comprobar que las fotos que decía tener en su poder mostraban lo que decía. El reportero se reunió con Daniel Webb, mano derecha de Markovic, que le mostró las fotos pero no le dejó que la cámara grabara las imágenes.

Según cuenta Markovic al diario Aftonbladet, que además confirma el reportero de TV4 que vio las fotos, en una de ellas se puede ver a dos chicas jóvenes desnudas que practican el sexo lésbico, todo ello mientras el rey y sus amigos están mirando.

«El rey está ahí y las chicas están desnudas» dice Markovic , y explica que «en otra de las fotos también se le puede ver al lado de una chica que da cocaína a su compañera». El diario asegura tener en su poder parte del material fotográfico que les ha facilitado el propio Mille Markovic , conocido en el país como el rey del porno y proveedor de las «stripper» que participaron en las orgías y juergas nocturnas del monarca y sus amigos.

Según Markovic,  el Rey está desesperado e intenta que las fotos no salgan a la luz, por eso utiliza a sus amigos como intermediarios para conseguirlas. Uno de estos amigos que ha intentado comprar las fotos junto con un desmentido de su existencia por parte de Markovic es Anders Lettström.

Según los diarios suecos, Lettström y otros amigos del rey contrataron los servicios de Milan Sevo, un conocido «capo» de los bajos fondos de Estocolmo y más conocido como «El Padrino», para que negociara el precio con Markovik por medio de su lugarteniente y mano derecha, Daniel Webb.

La oferta se inició  según dice Markovic, con un millón de coronas suecas (100.000 Euros) de entrada y fue aumentada al doble al poco tiempo. El proceso era muy lento lento y «más tarde hasta les llegué a pedir 50 millones (5 millones de Euros)» cuenta Markovic al periódico Aftonbladet.

El gánster asegura no se ha concretado nada y que los amigos del Rey siguen intentado negociar, aunque él no tiene la intención de vender, sino de que se sepa la verdad. Según Bertil Ternert, jefe de prensa de la Casa Real, el rey Carlos Gustavo no tiene ninguna intención de comentar este asunto.

Markovic asegura también que está dispuesto a mostrar personalmente las fotos a la reina Silvia. «Le contaré lo que pasó allí para que sepa la verdad. Ella es la víctima de todo esto igual que mi familia lo está siendo» dice el gánster. La Casa Real no ha aceptado de momento la invitación.

Según el diario noruego VG, ahora Markovic está refugiado en Serbia porque, según él, la policía sueca le persigue y acosa para que entregue las fotos. «Me han plantado dos kilos de cocaína en mi coche con la intención de meterme en la cárcel» dice al diario.

El rey lo niega todo en televisión.

Lunes 30 de mayo por la tarde. El rey Carlos Gustavo aparece en la televisión y niega haber estado relacionado con el hampa. «Es muy difícil comentar algo que no se ha visto y que nadie ha visto» dice en una entrevista concedida a la agencia TT sueca.

El monarca niega la existencia de fotos comprometedoras en compañía de prostitutas y niega haber estado en clubs de alterne. Carlos Gustavo niega también haber visitado el Gold Club de Atlanta en 1996 y el Carat Club de Bratislava en el 2008, como afirman y prueban los autores del polémico libro y los múltiples testimonios publicados en los medios suecos. Y cuando el periodista le pregunta si alguna de las informaciones son ciertas y le han podido poner en una situación comprometida, el rey responde: «No, no hay nada»

Deanne Rauscher, co-autora del libro reaccionó de forma rotunda ante las declaraciones del monarca y y dijo; «el rey miente». Por su parte,  Thomas Sjöberg, autor principal, critica las respuestas del rey y dice que son patéticas. «Estoy totalmente seguro que ha estado en esos sitios y estoy totalmente convencido de que Mille Markovic tiene el material fotográfico que dice tener» asegura Sjöberg al diario Aftonbladet.

El anillo de boda de la reina.

Por si fuera poco todos los escándalos habidos y por haber, también se dispararon los rumores de un posible divorcio entre Silvia y Carlos Gustavo de Suecia. Mientras la pareja real asistía a una visita oficial en el termino municipal de Nykvarn, los periodistas se dieron cuenta que la reina no llevaba puesto su anillo de boda y empezaron a hablar de separación.

Los comentarios llegaron a oídos de la soberana que, de forma disimulada, se cambió uno de los anillos de su mano derecha al dedo de la mano izquierda. De esta manera hizo que sirviera de anillo de boda y callara los rumores. La Casa Real confirmó después que si la reina no llevaba anillo era porque se le había hinchado el dedo, pero nadie se cree esta respuesta dado la actitud fría entre ambos. También se comenta que fue una forma silenciosa de protestar de la reina por las correrías de su marido. Dos días después, y en otro acto, Silvia de Suecia llevaba otra vez su anillo de boda puesto.

Los suecos piden la abdicación.

Todos los medios suecos coinciden en que el rey debería abdicar y dejar el trono, caso que se pruebe que ha participado en la negociación de la compra de las fotos. «El país no puede tolerar que el jefe del Estado, de forma activa o pasiva, apruebe que se paguen millones de coronas a la mafia» escribe Peter Kadhammar, columnista del periódico Aftonbladet.

De la misma opinión son la mayoría de los ciudadanos. Una encuesta revela que sólo el 40% de los suecos quiere que Carlos Gustavo siga como rey, contra el 70% de hace unos años, mientras el 60% de los encuestados prefiere que abdique en favor de su hija la princesa Victoria.

No te olvides de leer la primera parte de Jaque al Rey en Jaque al Rey – Primera parte – y después la tercera en Jaque al Rey – Tercera parte – Muerto el perro…